Monday 8 June 2020

La Sociedad Bulímica

   En su Vertigo of Late Modernity, Jock Young propone que la sociedad actual sufre de bulimia, de un consumismo enfermizo. Esto tiene dos consecuencias importantes: una para el crimen y la otra para la naturaleza. En una sociedad bulímica, los medios de comunicación nos bombardean con la idea de que para ser alguien o ser parte de la sociedad, uno debe consumir constantemente productos y experiencias y, lo más importante, compartirlos en las redes sociales. Así nace una nueva jerarquía, donde aquellos que consumen más, o tienen más, y con más frecuencia, son más altos y más "importantes".

   Esta sociedad es culturalmente incluyente pero estructuralmente excluyente. Ser culturalmente incluyente significa que todas las personas son bienvenidas en las normas y valores que contiene, de modo que todas las personas llegan a valorar el consumismo y las conductas de consumo actuales. En sociología, cada vez que ves la palabra estructural, puedes estar bastante seguro de que tiene que ver con la clase social, y una sociedad estructuralmente excluyente no es una excepción. Lo que significa es que aunque a todos se les dan estos valores bulímicos, las clases bajas están excluidas de la posibilidad de saciarlas, porque están socialmente marginadas, y si no cumplen con las normas de consumo, no están en la comunidad . Esto provoca una privación relativa, lo que significa que sienten, en comparación con los demás, que les falta algo importante. Por lo tanto, se unirán con otras personas de la clase trabajadora y formarán subculturas (un grupo de personas que mantienen normas y valores diferentes de los de la sociedad en general). Cloward y Ohlin argumentan que hay diferentes tipos de subculturas problemáticas. Las pandillas de conflicto cometen delitos no utilitarios, delitos que no proporcionan beneficios financieros, que pueden incluir 'guerras territoriales', donde luchan contra otras pandillas por sectores urbanos que les pertenecen dentro de su consenso, y las pandillas criminales cometen delitos utilitarios. Además, A. Cohen argumentaría que algunos también pueden invertir estos valores, de modo que su frustración de estatus* pueda ser saciada a través de actividades desviadas valoradas dentro de la subcultura. Por ejemplo, una pandilla de conflicto puede valorar las actividades riesgosas (edge-work) y, por lo tanto, sus miembros subirán su propia jerarquía pintando un muro, en lugar de intentar sin éxito escalar la jerarquía bulímica obteniendo el último modelo de Nikes. Sin embargo, Young señala que la clase obrera, siendo los más excluidos estructuralmente, son los más bulímicos y gastarán mucho tiempo, dinero y esfuerzo tratando de parecer más ricos de lo que son para parecer más altos en la jerarquía social. Por lo tanto, una sociedad bulímica causa crimen porque somete a las personas a la tensión.

   Merton argumenta que la tensión, con lo que él se refiere al estrés entre lo que uno desea y las limitaciones éticas y morales, causa anomia, un estado de ambigüedad donde estas limitaciones se vuelven borrosas - o tal vez se abandonen. Bauman agrega que en tales condiciones, y en una sociedad individualista, nos quedamos solos para tomar nuestras decisiones sobre nuestra conducta, y estas se basarán en nuestros deseos personales. Todo esto conduce a valores antropocéntricos, donde vemos a los humanos como el centro del universo y estamos dispuestos a pisotear la naturaleza para nuestro beneficio. En el neoliberalismo, la economía de libre mercado, más demanda significa más producción. La bulimia y los valores antropocéntricos conducen al consumo excesivo, donde las personas compran cosas que no necesitan solo para mostrar a los demás que pueden consumirlas - es común la persona que compra ropa que nunca se pone o libros y libros tan solo para postuero. Como vimos en el post sobre Teorías de la Sociedad Actual (25/05/2020), Goffman argumenta que, a través de la imagen que mostramos a los demás, nos creamos la sensación de ser aquello que queremos ser. En una era de separación (disembedding, Giddens, misma publicación), de identidad líquida (Bauman), debemos asegurarnos constantemente de que somos esta ilusión, incluso si es creando un avatar de nosotros mismos. Las grandes empresas, que nos proporcionan los productos necesarios para saciar nuestra bulimia social, producirán en exceso sus productos y, en consecuencia, deforestarán, contaminarán y explotarán cada vez más a la naturaleza y a los trabajadores. Por lo tanto, la tensión que experimentamos por el hambre enfermiza de bienes y la presión que nos ejercen los medios de comunicación hace que nos quedemos ciegos ante el daño que causa, y esto perpetúa el daño contra la naturaleza.

   *El concepto de frustración de estatus (status frustration) de A. Cohen proviene de una teoría sobre la educación, argumentando que los niños de clase obrera, que carecen de capital cultural, no pueden obtener el estatus de sus maestros (Más sobre esto en futuros posts)

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